Últimamente, he escuchado una creciente ola de preocupación sobre las papeletas de voto por correo (VBM): cómo se envían, cómo se contabilizan y si son realmente seguras. Esta preocupación no es infundada; está siendo alimentada por una avalancha de desinformación que amenaza con socavar la confianza en uno de los métodos de votación más seguros y accesibles que tenemos.
Es hora de aclarar las cosas.
Las papeletas de voto por correo, conocidas desde hace tiempo como papeletas de voto ausente, han evolucionado significativamente con los años. En Nueva Jersey, por ejemplo, los votantes ya no necesitan proporcionar una razón para votar por correo. Lo que antes era un proceso altamente restrictivo —solo disponible para personas hospitalizadas o en el extranjero, y ni siquiera para mujeres embarazadas— ahora es una opción accesible para todos los votantes registrados.
Este cambio es especialmente crítico para dos de los bloques electorales más grandes e influyentes de nuestro país: los estudiantes universitarios y las personas mayores. Muchos estudiantes asisten a la universidad lejos de sus distritos electorales registrados, y muchas personas mayores prefieren la seguridad y la comodidad de votar desde casa. Para ambos grupos, el voto por correo ofrece un medio seguro, confiable y accesible para hacerse oír, sin importar dónde se encuentren.
Es importante destacar que el proceso de voto por correo está estrictamente regulado para evitar el fraude. Los votantes deben completar una solicitud formal y firmarla. Esa firma se compara cuidadosamente con la registrada en la base de datos de registro estatal. Solo si las firmas coinciden se emite la boleta. En caso de discrepancia, los votantes deben presentar una identificación verificada antes de recibir la boleta.
Las fechas límite son importantes: para las Elecciones Generales del 4 de noviembre, la fecha límite para solicitar una papeleta de voto por correo en Nueva Jersey es el martes 28 de octubre. Para ser contabilizadas, todas las papeletas de voto por correo deben tener matasellos del cierre del día de las elecciones. Las papeletas no se cuentan hasta el día de las elecciones y los resultados no se publican hasta después del cierre de las urnas, lo que garantiza la imparcialidad para todos los votantes, ya sea que voten anticipadamente, por correo o en persona.
Las acusaciones de fraude electoral generalizado no están respaldadas por pruebas. Investigaciones realizadas por fuentes confiables y diversas, como el Centro Brennan, la Asociación Nacional de Abogados Republicanos, la Oficina de Responsabilidad Gubernamental y Universidades de primer nivel como la Universidad Estatal de Arizona y la Universidad de Columbia, han concluido que el fraude electoral es extremadamente raro. La mayoría de las denuncias resultan ser errores administrativos o acusaciones infundadas tras contiendas reñidas.
Como Expresidente de una organización nacional de funcionarios electorales, puedo dar fe personalmente de la integridad, la dedicación y el profesionalismo de quienes administran nuestras elecciones. El sistema se basa en la transparencia, la rendición de cuentas y la imparcialidad.
El Voto por Correo sigue siendo una forma segura, responsable y eficaz de votar. Garantizamos que todos los votantes elegibles tengan la oportunidad de participar plenamente en nuestra democracia sin miedo, desinformación ni barreras innecesarias.
Joanne Rajoppi se desempeña como Escribana del Condado de Union y Funcionaria electoral principal.
